La filosofía en la época trágica
de los griegos y las Lecciones sobre los filósofos preplatónicos
constituyen una singular visión de la historia de la filosofía
de la Grecia clásica, además de un extraordinario testimonio
de la admiración que Nietzsche sintió por los primeros
filósofos, por aquellos genios oscuros, veraderos artífices
de la filosofía occidental. Al igual que en las grandes tragedias
áticas o en los magníficos poemas homéricos, aquellos
primeros pensadores mostraron en su orgullosa simplicidad la grandeza del
espíritu que animó a la Hélade: «Otros pueblos
tienen santos, los griegos tienen sabios.»
Nietzsche quiso exponer ante sus alumnos una
historia de la filosofía antigua que en modo alguno pudiera calificarse
de «inactual». Destacó en ella más que el entramado
de unas teorías específicas, la grandeza imperecedera de
unos personajes «tallados en un solo bloque de piedra»
e impregnados de un carácter intemporal.