Al igual que los cínicos de la antigua Grecia, a los que tanto admiró, la trayectoria de Cioran ha constituido un intento desesperado de responder a una inquietud : cómo vivir en un mundo desquiciado y en el que la razón se ha revelado como un mito. Con la implacable precisión de un silogismo, cada uno de su libros ha revelado minuciosamente, entre el sarcasmo y la lucidez, la nada que somos. En estos ensayos, escritos hace más de veinte años, E.M. Cioran cuestiona la historia como único relato válido de la realidad, desmitifica el Progreso en nombre del que se ha cometido tantas vilezas y abusos y se pregunta por el sentido de las utopías que posibilitan la vigencia de las instituciones y parecen calmar la sed de absoluto inherente al hombre. Con la marginalidad a la que este autor nos tiene acostumbrados, con su tono lúcido y desengañado, que constituye su principal fuente de independencia frente a cualquier corriente de pensamiento, y huyendo de cualquier sistema o teoría que pretenda un análisis de la realidad histórica contemporánea, Cioran señala simplemente las paradojas inherentes al ser humano y a la sociedad y, con su característica ironía, nos previene contra las ilusiones que sobre nosotros mismos nos hacemos en relación a nuestra participación en la Historia y el Devenir.