Durante su regreso a Nigeria, a finales de 1959, y después de pasar cinco años en Inglaterra, Wole Soyinka,
emprendió un largo viaje por el este del continente africano para estudiar las diversas manifestaciones del mito y del
ritual, por su capacidad de representar la inalterable identidad cultural de la región en unos tiempos de cambio
político. Para Soyinka, la vida es un viaje, y el mal estado de las carreteras de su país, una metáfora de lo difícil
que resulta en África recorrer el camino hacia las libertades En este apasionante volumen autobiográfico, que tiene
mucho de testimonio reivindicativo de los derechos humanos, Soyinka nos enseña qué significa ser un intelectual
comprometido. Rememora su vida de escritor y activista político, desde sus días de estudiante en Gran Bretaña, su lucha
constante, a veces desde la prisión o desde el exilio, contra la sucesión de dictaduras en Nigeria, contra la
humillación y la corrupción de una sociedad sometida al poder militar. El discurso autobiográfico está entreverado de
episodios personales, de amigos y familiares, de viajes al extranjero y de escritores, de éxitos y fracasos personales.
Wole Soyinka (Abekouta, Nigeria, 1934) es uno de los escritores más importantes del África contemporánea. Doctor
honoris causa por Harvard y Princeton, y Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO.