Este volumen reúne dos títulos del autor que levantaron en su día una gran polvareda y que ahora presentamos con un prólogo de Oscar Tusquets Blanca. En La palabra pintada, Wolfe describe el curso errático de la historia social del arte moderno y afirma que se ha convertido en una parodia de sí mismo: tan literario, académico y manierista como la pintura contra la que se había rebelado. El arte moderno se puso de moda y los peritos y expertos cedieron su lugar a le beau monde y los críticos. Greenberg, Rosenberg, Steinberg: éstos quedarán en la Historia del Arte ?argumenta Wolfe? y no los pintores, llámense Pollock, De Kooning, Lichtenstein... ¿Quién teme al Bauhaus feroz? es una operación similar en el ámbito de la arquitectura, a partir del fin de la Primera Guerra Mundial y la aspiración del Bauhaus, cuyos integrantes suscribían la famosa consigna de Gropius: «empezar de cero». Tan crucial como «empezar de cero» era acabar con la arquitectura «burguesa», por lo que estos marxistas sueñan con edificar un mundo riguroso y abstracto. Expulsados de Alemania por el nazismo, se refugian en los Estados Unidos. Así, en la Babilonia del capitalismo, se produce la paradoja de una atemorizada obediencia a los cánones de una arquitectura desnuda, fría y abstracta, que prohíben el lujo y hasta el optimismo. «La palabra pintada es una obra maestra» (The Washington Post); «¿Quién teme al Bauhaus feroz? es una brillante alta comedia sobre grandes cantidades de dinero, modales y la gran manipulación del gusto público» (Publishers Weekly).