Descubierto a mediados de los 50 por la discográfica Sun Records de Memphis, Cash fue compañero de Elvis
Presley y Jerry Lee Lewis, grabando canciones de gran éxito. Fichado por Columbia, en los 60 se convertiría en toda una
institución cultural publicando álbumes conceptuales, himnos gospel, aclamados discos grabados en prisiones e incluso
presentando su propio programa de televisión. Desde la satisfacción de su recuperada fama en los 90, Cash rememora
pasajes oscuros, otros luminosos, y hace las paces con el mundo y consigo mismo. Y no únicamente su propia vida habita
estas páginas de lectura compulsiva, sino también la historia de todo un país, Estados Unidos, y sus gentes más
humildes y olvidadas. Un hombre contradictorio, un enorme artista, nos da la bienvenida a su intimidad en una suerte de
relajado monólogo que desmiente rumores y confiesa más verdades de las obligatorias, hasta el punto que uno cree estar
escuchando directamente su profundo y resonante barítono.