El diario de Lena es tanto una obra literaria como un documento de gran importancia histórica, y, por encima de todo, un testimonio único y de enorme valor sobre la lucha diaria por la supervivencia y las sensaciones y sentimientos que ello provoca.
Con una fuerza expresiva fuera de lo común, Lena Mujina nos ofece el relato de un alma en la frontera del tiempo, que intenta sobrevivir a la tragedia de una ciudad y una época deshumanizadas, combinando una fe tan desesperada como romántica en el discurso oficial y la salvación de la Unión Soviética, con la observación de quien lucha, en medio del crudo invierno, por no perder la esperanza a pesar de la degradación de toda norma ética. Obra intensa, sincera, descarnada, dura por momentos, que acaba leyéndose como una novela.