Han pasado veinte años. Demián, el entrañable protagonista de Déjame que te cuente, ha
cumplido ya los cuarenta. Hace mucho tiempo que dejó de tener contacto con el Gordo, el psicoterapeuta que le enseñó a
enfrentarse a la vida contándole cuentos. Pero, llegada su madurez, se encuentra en un momento de crisis. Su matrimonio
ha fracasado y tiene que emprender nuevos caminos. Un reto profesional le lleva a trasladarse a otro país, la relación
con su familia da un vuelco y, además, aparece en su vida una mujer muy importante para él. Demián no puede olvidar
cómo le ayudó Jorge en su juventud y siente la necesidad de buscarle. Finalmente, consigue encontrarle, pero esta vez
tendrá que confiar más en sus propios recursos.