Mucho ha cambiado nuestro marco cultural, social y político desde que esta magnífica obra viera la luz. El capitalismo, convertido (casi) en sistema único de producción y reproducción de mercancías y emociones, domina el mundo tras la quiebra de los países del llamado «socialismo real»; la aceleración del modelo financiero, con su lógica interna, ha provocado una alteración fundamental en el estado de las cosas, con la consiguiente ruptura de las relaciones humanas; y el individualismo cabalga dejando a su paso aires de desolación. En este paisaje, ¿sigue siendo el arte necesario? Este trabajo de E. Fischer permite mirar desde otro sitio, desde otra atalaya. Por eso es, más que nunca, un Imprescindible.