Cuando apareció en 1997, Artistas sin obra se
reveló como un ensayo deslumbrante. En él,
Jouannais nos presenta trayectorias desconocidas,
virtuales, inacabadas o abandonadas (algunas
de ellas, como la de Félicien Marboeuf,
creaciones a su vez de Jouannais), cuyas sombras
se hacen presentes en los márgenes de la
literatura. Este libro nos dibuja un panorama
que pone en entredicho, insidiosamente, nuestras
más arraigadas certidumbres estéticas.