En este libro Mario Satz intenta desvelar el secreto de la sabiduría de Salomón contándonos su relación con una abeja, símbolo, en el mundo clásico, de orden, conocimiento y dulzura. La abeja habla y el rey escucha, estableciéndose un curioso paralelismo entre la vida de la colmena y la vida de las monarquías con sus luchas dinásticas, trabajos y amores. Al rey hebreo se le atribuyen tres importantes libros de la Biblia, los cuales, de responder a su mano, fueron escritos a distintas edades: el primero y más importante es el Cantar de los cantares, el segundo el Eclesiastés y el tercero el libro de los Proverbios. Hasta en esta secuencia el rey Salomón resulta un digno hijo del cielo, pues es natural que a todo joven le interese el amor, a todo adulto el correcto empleo del tiempo y a los ancianos, por economía vital y destreza biográfica, la fuerza sentenciosa de los proverbios. He aquí un libro que danza, fluye como un río y recorre nuestra intimidad. Engañosamente sencillo y, pese a remitirse a una época lejana-el siglo X antes de Cristo-, capaz de hablar de tú a tú con nuestros contemporáneos.